Desde el año 2005, cada 14 de marzo se celebra el Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular, con el objetivo de llamar la atención a la ciudadanía acerca de la importancia que tienen las enfermedades cardiovasculares (Enf.C-V) y, sobre todo, a insistir en la capacidad que tenemos de influir sobre los principales factores de riesgo implicados en la mayoría de estas enfermedades que son, fundamentalmente: el tabaquismo, el aumento del colesterol, la hipertensión, la diabetes sin control, la obesidad y el sedentarismo. Pero la Fundación Española del Corazón alerta también acerca de otros nuevos factores de riesgo como la apnea del sueño, el estrés, la contaminación y el consumo de drogas.

La hipertensión supone una mayor resistencia para el corazón, que responde aumentando su masa muscular para hacer frente a ese sobre esfuerzo. Este incremento de la masa muscular acaba siendo perjudicial porque no viene acompañado de un aumento equivalente del riego sanguíneo y puede producir insuficiencia coronaria y angina de pecho. Además, el músculo cardíaco se vuelve más irritable y se producen más arritmias.

Cualquier persona puede desarrollar hipertensión arterial (HTA), sin embargo, es más común a medida que se cumplen años. Por ello, los expertos recomiendan a la población general de entre 18 y 39 años que mida su tensión cada cuatro o cinco años y, que a partir de los 40, se revise cada dos.

Para tener un corazón sano, además de seguir una dieta equilibrada y realizar ejercicio físico, según la Fundación Española del Corazón consumir diariamente aceitunas y aceite de oliva virgen extra ayudan a proteger la salud del corazón.

Como señalan desde Palacio de Los Olivos, reconocido como el mejor AOVE del mundo 2017 y 2018 en variedad picual, el AOVE ayuda a mantener un corazón sano "gracias a su contenido en ácidos grasos, alto contenido en ácido oleico y antioxidantes, que ayudan a prevenir la expansión de los radicales libres provocada por factores externo. Además, contienen grasasmonoinsaturadas, vitamina E y polifenoles (antioxidantes) que mejoran la hipertensión, bajan el colesterol LDL (o colesterol malo) y suben los niveles del colesterol bueno".

Por otro lado, Grupo Cazorla, al frente del sector más de 60 años, destaca entre dichos antioxidantes, "el hidroxitirosol, con efecto cardioprotector protegiendo los vasos sanguíneos y arterias, y el ácido oleanólico que ayudar a prevenir daños en el hígado, activa la circulación sanguínea regulando las grasas de la sangre y reduce la inflamación".

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