Una vez finalizados, aparentemente, los eventos de moda en los que se presentan las nuevas colecciones en este año 2017, un nuevo descubrimiento se ha asomado por el umbral de la puerta y está dispuesta a hacer una gran aparición estelar. Ella es Luisa Monzón.
Luisa posee una amplia experiencia como diseñadora, patronista y modista en el sector de la novia. Es la diosa de los encajes. Los 26 años de profesión en un taller muy poco conocido, porque su clientela se ha movido siempre por el “boca a boca”, ponen de manifiesto su talento y creatividad. Parece algo mágico y misterioso, como la mismísima cueva de Alibaba con todos esos tesoros. Ha colaborado con numerosos diseñadores, como Oh que Luna y Rosa Clara, dos de las casas más representativas dentro del sector de la novia.
Además, la diseñadora y creadora ha formado parte de la prensa de la moda, trabajando como comentarista de moda en Cadena Libertad en el programa “El mirador”. En ese espacio radiofónico tuvo la oportunidad de entrevistar a otros grandes, como Lorenzo Caprile, Juanjo Oliva o Roberto Merino.
El Joven Tintero tuvo la oportunidad de conocerla en Pasarela Española, un evento organizado en el espacio de El Matadero de Madrid, en el que los diseñadores tienen la oportunidad de mostrar sus diseños y nuevas colecciones a la prensa y al público.
Más tarde, la pudimos conocer mejor en el showroom Wedding Day organizado en las instalaciones de ASECOM, FEDECOM y Moda España. Pudo compartir espacio con diversas marcas relacionadas con el sector de la celebración, como Malucca, Las tartas de Mª Antonieta o los diseños de novia y fiesta de Ion Fiz.
Las novias de Monzón son sobrias, elegantes y con aire aristocrático. Son sus niñas mimadas, coronadas con tocados espectaculares, impresos en 3D.
¿Y las invitadas? Ellas son las guardianas de la novia. Flores, negros, rojos, azules cerúleos y color noche. También ellas visten una aureola en forma de tocado, adornado con motivos florales.
Luisa Monzón promete, promete como este mes de noviembre. Un noviembre dulce.
Luisa, ¡sí, queremos!