Santander Music 2025: músculo, identidad y un compromiso inquebrantable con el indie
- Álvaro Morales
- 18 jul
- 2 Min. de lectura

En una era de festivales clónicos, donde el algoritmo parece dictar el cartel más que la pasión, el Santander Music sigue siendo un rara avis. Más que un festival, es una declaración de principios. Su edición 2025, que tendrá lugar los días 1 y 2 de agosto, lo confirma con un line-up que combina músculo internacional, referentes nacionales y una coherencia estética que lo diferencia del resto. No se han vendido nunca, y eso se nota.
El viernes 1 arranca fuerte con Franz Ferdinand como cabeza de cartel, una de las bandas más icónicas del rock alternativo de los 2000, cuyo regreso a los escenarios españoles se espera con ansia. Junto a ellos, leyendas como Duncan Dhu, el tándem infalible de Elyella, el pop sofisticado de Varry Brava, la promesa urbana de Alcalá Norte y una buena dosis de energía con Mujeres, Hey Kid, Jaguyano y Me Fritos & The Gimme Cheetos.

El sábado 2 la cita se completa con otra gran referencia del pop español: Amaral, un nombre que ha sabido mantenerse vigente sin dejar de ser fiel a su esencia. Ese mismo espíritu lo comparten bandas como Carolina Durante, Ojete Calor, Sexy Zebras, Niña Polaca, Veintiuno, Tu Otra Bonita, Querido y Carmesí. Además, la jornada incluirá una apetecible Sesión Vermut a cargo de Candela Gómez y Michael Foster, perfecta para alargar el placer musical a pleno sol.
Pero el Santander Music es mucho más que música. Lo que lo hace único no es solo lo que ofrece sobre el escenario, sino también lo que lo rodea. Su enclave, a escasos metros del mar y a un paseo del corazón de Santander, le da una personalidad que pocos pueden igualar. Aquí no hay que elegir entre cultura y entorno: el festival se vive entre acantilados, playa y ciudad. Es una experiencia total que mezcla lo urbano con lo natural, lo íntimo con lo vibrante.
Y, sobre todo, hay algo que el festival no ha hecho nunca: rendirse a las modas. Mientras otros festivales se han ido diluyendo en carteles genéricos repletos de artistas de usar y tirar, el Santander Music ha mantenido su brújula firmemente orientada al indie. No hay concesiones, no hay postureo. Solo una programación honesta, cuidada y profundamente coherente con una forma de entender la música como algo más que entretenimiento: como identidad.
Con esta nueva edición, el Santander Music no solo celebra la música. Celebra una forma de ser festival. Y en tiempos de homogeneidad, eso es más valioso que nunca.







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