Las redes sociales y los influencers han propiciado una dañina adicción a Internet
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Las redes sociales y los influencers han propiciado una dañina adicción a Internet



El 28% de la población mundial que tiene cuenta en una red social ha experimentado la llegada de los influencers. Desde hace seis años, consiguen mover a cientos de miles de seguidores, ganar hasta 300.000 euros por subir una foto a Instagram y las marcas desarrollan estrategias de marketing por conseguir trabajar con alguno de ellos. Un fenómeno de masas que va ligado no solo al negocio, sino también a la salud, ya que estos jóvenes de entre 18 y 29 años han comenzado a sufrir trastornos psicológicos debido a Internet.


El mundo evoluciona y con la popularización de las redes sociales se han identificado diversidad de nuevas conductas en las sociedades y sus individuos. Según una encuesta realizada por El Joven Tintero a 176 personas de diferentes sexo y edad, más del 66% de los encuestados de 16 a 38 años reconoce haber sentido envidia de estos influencers, aunque más el 75% desconoce que las redes sociales causan trastornos psicológicos.


En referencia a la salud, hoy en día se habla de un nuevo género de “adicciones” como la Adicción a Internet, al cibersexo o la Adicción a las redes sociales, temas que la psiquiatría y la psicología aún estudian. La repercusión de las apreciaciones interpretadas como conductas atípicas por el uso de los recursos en Internet promovió que durante el 2012 se analizara la pertinencia o no, de considerar a éstas dentro de la clasificación de la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) que se publicó en mayo del 2013 por la Asociación

Psiquiátrica Americana.


Actualmente son muchas las personas que llegan a estar obsesionadas con Internet, mostrándose incapaces de controlar su uso poniendo en peligro su trabajo y sus relaciones sociales. Como ya dijo en 2005 el catedrático de Psicología Clínica de la Universidad del País Vasco, Enrique Echeburúa, el uso y abuso de Internet están relacionados con variables psicosociales, tales como la vulnerabilidad psicológica, los factores estresantes y el apoyo familiar y social.


Adicción a Internet

Asimismo, de acuerdo con la organización ComScore, el uso de las redes sociales es la actividad más popular en todo el mundo, representan casi uno de cada cinco minutos empleados en Internet a nivel mundial. El concepto de “adicción a Internet” se ha propuesto en la sociedad como una explicación para comprender la pérdida de control y el uso dañino de esta tecnología. Los síntomas de la adicción a Internet son comparables a los manifestados en otras adicciones como podría ser el tabaquismo o el alcoholismo, dependencia, creencia de necesidad y dificultad de abandonar el hábito.



Las redes sociales representan casi 1 de cada 5 minutos empleados en Internet

Según el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, para evitar estos trastornos “deben programarse estrategias preventivas tanto en el seno de la familia como en la escuela sobre la base de los factores de riesgo y de las características demográficas de los sujetos”.


Por otro lado, el doctor en Psicología por la Universidad de Granada, Nacho Madrid, señala en su artículo Atrapados en la red del blog Abriendo nuestro interior, que el abuso de Internet produce lo denominado “adicciones no químicas”, o también llamadas “adicciones psicológicas”, como el juego, la comida, el sexo, el trabajo o las compras, practicadas de manera atípica. Con base en la caracterización de las adicciones químicas, se pueden retomar algunos elementos de referencia para poder identificar a la posible y denominada hasta ahora “adicción a las redes sociales”.


Como afirma Madrid, uno de los mayores miedos de los padres es que los jóvenes se aíslen de las relaciones sociales presenciales (cara a cara); que bajen el rendimiento escolar; que mientan sobre el tiempo que se está conectado o sobre lo que se está haciendo en las redes sociales; o la privación del sueño por estar conectado.


Asimismo, también generan en los jóvenes un descuido de responsabilidades o actividades consideradas como importantes en el entorno laboral, escolar, familiar o de pareja. Pensar y hablar persistentemente de los temas y circunstancias que suceden en la red, entre los conocidos; aunque no se esté conectado a ella en ese momento. O incluso perder la noción del tiempo o del espacio debido a la permanencia frecuente o constante en las redes sociales.


No existe diagnóstico

Pero como asevera el estudio Adicción a las redes sociales de la Universidad Abierta de Cataluña, el tema aún es un reto pues la adicción a la Internet es un fenómeno en crecimiento que se vive en la actualidad, por lo que no existen criterios unificados sobre las opciones de diagnóstico y la misma adicción que se puede desarrollar por el uso exagerado del medio. “Si el tema es difícil de concretar, más lo es en estos momentos determinar la posible adicción a las Redes Sociales en Internet”, señalan los autores del estudio, Mañé JX, Plana OJ, Riego SC y Trallero NA.



Aún así, no existe una adicción a Internet sino problemas de conducta derivados del acceso a la diversidad de contenidos que provee la Internet, según el estudio Trastornos de conducta y redes sociales en Internet de Néstor Fernández Sánchez, licenciado en Psicología por la Universidad Nacional Autónoma de México, publicado en la revista académica-científica Scielo. Asimismo, Fernández Sánchez señala que queda abierto el tema para continuar compilando información, principalmente en la práctica de la Psicología y la Psiquiatría, para contar con elementos que permitan la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de los trastornos de conducta relacionados con el uso de las redes sociales.

“El futuro es incierto, pero Internet va a seguir ahí”

Pero a pesar de estos trastornos y nuevas patologías, continúan siendo muchos los que cada día se abren un nuevo perfil en una de estas redes sociales, como demuestran las propias compañías sociales. Por eso, a pesar de que algunos como la estilista e influencer, Erea Louro, creen que “esto es pasajero, ha ido muy rápido todo en apenas 5-6 años”, son muchos los que aún ven a los influencers como una nueva herramienta de negocio. Además, estas “figuras públicas”, saben que “no es para siempre”, y que la mayoría tendrá un tiempo limitado en la red


Pero esto no le preocupa a la actriz Esmeralda Moya, quien ha sabido adaptarse, y cree que “si lo haces bien, esto puede ir para largo”, además, “no pasa nada porque ya no puedas dirigirte a chicas jóvenes, todos crecemos, y yo ahora en cambio he descubierto el mundo de las ‘mamás influencers´”. Además, “el futuro es incierto, pero Internet va a seguir ahí. Aunque la sociedad quiera o no, las redes sociales no son solo el presente, sino también el futuro”, asegura orgulloso el youtuber Alex Puértolas.





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