El verano es la mejor época del año para observar las estrellas. Las noches de buen tiempo, las escapadas lejos de la ciudad y las ansiadas vacaciones invitan, una vez que ha caído el sol, a detenerse, tumbarse y alzar la mirada al cielo.
Durante los meses estivales se pueden ver a simple vista constelaciones como el Triángulo de Verano, Casiopea, Hércules o Capricornio, además de la Osa Menor y la Osa Mayor, dos de las más famosas del firmamento. La Vía Láctea, nuestra galaxia, también se aprecia con facilidad.
La constelación Casiopea. / Fuente: Canonistas
Por otra parte, las estrellas fugaces son un entretenimiento de lo más esperado: de mediados de julio a finales de agosto (las fechas varían cada año), la famosa lluvia de estrellas de las Perseidas es una cita que no se puede perder ningún aficionado a la observación del cielo.
Pero antes de emprender estas aventuras veraniegas, hay ciertos aspectos que se deben tener en cuenta. El Joven Tintero te trae ocho consejos para que tu noche de estrellas sea perfecta:
Pon en marcha tu plan un día que no haya luna llena: Es más sencillo ver las estrellas si la Luna no refleja demasiada luz. Por eso, es recomendable que, aunque no esté del todo oculta, no se encuentre en su posición más luminosa.
Elige un lugar oscuro, donde no haya luz: Esto es imprescindible. Hay que apartarse de la ciudad y de los lugares donde haya contaminación lumínica o no se podrá apreciar la belleza del cielo. De hecho, está demostrado que en las zonas rurales se pueden contemplar unas 3.500 estrellas, mientras que en las grandes urbes la luz sólo deja ver alrededor de una decena.
Encuentra un sitio espacioso donde tumbarte o sentarte: Puede ser sobre la hierba, en mitad del campo, en una terraza a oscuras… Lo importante es sentirse a gusto y con suficiente espacio para estar relajado.
Llévate algún accesorio que te haga más cómoda y agradable la observación: Una toalla, una silla o un cojín que haga de almohada pueden ser buenos aliados en esta noche de estrellas. Sobre todo, el cuello debe estar en una postura adecuada, ya que el plan implica estar bastante tiempo mirando hacia arriba. También, si se quiere, se puede llevar algo de comida o bebida para así amenizar la noche.
Ve acompañado: Para un mejor disfrute, es recomendable ir con otra o varias personas dado que una experiencia compartida siempre es mejor. Si no se tiene con quién quedar, se puede buscar uno de los numerosos grupos de expertos y aficionados que hay en todas las ciudades, que salen a disfrutar juntos de este tipo de veladas.
No trates de ver las constelaciones como en los libros de astronomía: Las estrellas brillan con una intensidad diferente en función de la época del año o de la localización desde donde se vean, por lo que en algunas constelaciones no se distinguen todos los astros que las conforman. Aún así, no hay que desistir: trata encontrar las relaciones entre las estrellas.
Localiza la Vía Láctea: Nuestra galaxia, que identifica por ser una zona más clara en el amplísimo cielo, muestra sus partes más ricas en la época estival. Así, resulta muy fácil reconocerla.
Encuentra la Estrella Polar: Es la estrella que señala el Norte y a partir de ella se pueden identificar mejor las constelaciones. En concreto, forma parte del Triángulo de Verano, la Osa Menor, Sagitario y Escorpio, entre otras.
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