Sharon Hillary Gamero -
Soledad, te elijo porque prefiero estar contigo que rodeada de gente insulsa o desdichada. Sin embargo, en días como hoy no encuentro las palabras para definirte cuando no expreso palabra alguna con quiénes pudieran estar a mi lado.
Soledad, te escojo porque en la tranquilidad de la penumbra encuentro lo esencial de la vida. Sin objeciones ni excusas, sin malas compañías. Sintiendo el cálido aroma de lo etéreo, huyo de la fugacidad material de la vida, de lo concreto.
Soledad, te prefiero porque me otorgas el placer del silencio. Me apaciguas con una paz que no se desvela ni el más mínimo aliento. Ni el espacio ni el tiempo son capaces de arrebatarte ese presente que me cedes.
Soledad no te estremezcas si crees que te abandono. En virtud de lo posible, saldré a buscarte siempre que te necesite. No me arriesgo a perderte, aunque para otros seas indeseable.
Soledad no temas ser culpable de una vida de poco gozo porque quién lo hace no sabrá deleitarse con tu presencia ni en el último suspiro ni en su día a día.
Soledad que no te confundan quiénes recurren a ti como último auxilio. Soledad eres tú y el solitario es un amago de rebeldía contra una sociedad algo herida.