José Cabrera -

Como no sólo de zombies y dragones se vive, en El Joven Tintero hemos estado revisando series que se mezclan con otra de nuestras grandes pasiones, la música. Por eso te traemos algunas de nuestras recomendaciones televisivas, desde rock'n'roll a funk pasando por el jazz y la música clásica.

MOZART IN THE JUNGLE

La conocida cadena de venta por internet, Amazon, se subió al carro de las producciones audiovisuales, y en 2014 estrenó Mozart in the jungle. La serie, basada en un libro homónimo, narra las desventuras de Hailey y su ímpetu por entrar a formar parte de la sinfónica de Nueva York. Gustavo, interpretado por Gael García Bernal, es otro pilar de la serie, el nuevo y excéntrico director de la orquesta. Con buena recepción tanto de público como de crítica, con numerosos premios ya en su haber en sólo dos temporadas, a la ficción de momento le aguarda un futuro prometedor.

THE GET DOWN

Netflix lleva ya bastante tiempo en carrera ascendente. Sus cada vez más amplio catálogo a un precio muy razonable, unido a unas producciones que, con más fan service o menos, han sabido conectar con el público y van acumulando éxito tras éxito. The get down traslada al espectador al Nueva York de los años 70 para contarnos los orígenes del movimiento hip hop, en relación sobre todo con el funk y la música disco de la época. A pesar de los grandes desaciertos en la dirección en muchos momentos, la serie cuenta con grandes números musicales y una banda sonora espectacular, que al fin y al cabo es lo que cuenta.

TREME

Es difícil estar a la altura del peso pesado de la creación televisiva David Simon, y en este caso también nos encontramos ante otra obra prácticamente sin parangón en el panorama televisivo. Pero como las comparaciones son odiosas, hablemos sólo de Treme. La serie del creador de The wire, tristemente finalizada, se adentra en Nueva Orleans inmediatamente después de la catástrofe del Katrina y de cómo ni la inacción del gobierno ni el desastre puede derrumbar el espíritu de la música con el que conviven. El folclore, una galería de personajes extensísima y un inabarcable número de guiños, cameos de músicos y datos sobre la ciudad del mardi grass y cuna del jazz. Una joya imperdible y que revisitar más de una vez.

VINYL

Si juntamos HBO, Martin Scorsese y Mick Jagger, muy mal se tienen que dar las circunstancias para que tal mezcla de un mal resultado, y para nada lo fue. Vinyl se adentra en la industria discográfica neoyorkina de los 70, cronológicamente poco antes que The get down. Scorsese dirige un piloto de unas dos horas y a partir de ahí la serie echa a volar durante una temporada completa sin casi altibajos. De nuevo los cameos y las referencias musicales son casi incontables y los personajes, así como las tramas, son un ascenso y descenso del poder y también con mucho romanticismo, puramente Scorsese. Lamentablemente, el elevado coste de la producción ha dejado al público sin segunda temporada pero nos quedará siempre una de las series del año y de las mejores que se han hecho dentro del género.

ROADIES

Cameron Crowe, director y guionista muy vinculado a Seattle y el grunge, es el padrino de Roadies, término que en España equivaldría más o menos al de los “pipas” que acompañan a una banda en sus giras. La serie tiene un tono más intimista y entrañable que las anteriores, sin más ánimo que rendir un melancólico homenaje a una industria y hábitos de consumo cambiantes. Otra serie que, como Vinyl, nos deja con tan solo una temporada, más irregular que la de HBO pero igual de imperdible para los amantes de la música.

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