Filippo Pizza, un coqueto pedacito de Italia en el corazón del barrio de Salamanca dónde saborear deliciosas pizzas romanas, abrió sus puertas el veintitrés de abril de 2020, en plena pandemia. Un bonito proyecto que arrancó como delivery, debido a la crítica situación, y unos meses después abrió las puertas de su coqueto local, ubicado en la madrileña calle de Conde de Peñalver.
Su propietario y chef, el imparable, Alonso Álvarez Fuenmayor, nos seduce con una atractiva propuesta gastronómica que se basa fundamentalmente en unas sensacionales pizzas romanas, que elabora diariamente de forma artesanal. La masa de sus pizzas es un auténtico espectáculo. Tras 48 horas de fermentación, Álvarez las remata con las mejores materias primas, ofreciéndonos más de 15 variedades. Sabores para todos los gustos sobre una masa gordita, aireada y con un punto crujiente que jamás resulta pesada.
Alonso lleva más de 10 años volcado en cuerpo y alma al mundo de la hostelería y durante los últimos cinco años dedicado en exclusiva al complejo arte de las pizzas. Formado en cocina, panadería y finalmente en pastelería en la escuela del Cordón Bleu, Alonso plasma en la carta de Filippo los conocimientos adquiridos tras trabajar durante años con los mejores pizzeros romanos, aportando a cada plato su particular sello personal.
Las pizzas (10,50€-16,50€) son las grandes protagonistas de Filippo. Entre las más demandadas, la pizza Mazinger Seta, una fabulosa elaboración que preparan con champiñón, cebollino, grana padano y polvo de trufa. Para los amantes del picante, la pizza Mucho Chancho es, sin duda, la opción ideal. Una explosión de sabor en boca con un riquísimo toque picantito que es una auténtica maravilla. Una pizza elaborada con ventriccina picante, speck, bacon, mozzarella, cebollino y salsa de tomate.
En Filippo Pizza no siempre resulta fácil elegir una sola variedad de las que componen su atractiva carta, y por ello nos ofrecen la opción de hacer las pizzas mitad y mitad para que podamos probar más sabores.
Además de las pizzas, en la carta de Filippo encontramos entrantes para compartir como la burrata (10,50€), el provolone al pomodoro (9,50€) o la apetecible tablita (9,50€) compuesta por bococcino, speck, grana padano, ventriccina y pistacho, acompañados de una fabulosa focaccia,
Otro de los puntos fuertes de Filippo son sus postres caseros que nos tientan con sus seductoras presentaciones. Cheesecake de oreo o de dulce de leche, pie de limón casero con marshmallows o el tradicional tiramisú, que sirven en unos bonitos tarros individuales.
Entre semana, de lunes a viernes a mediodía, Filippo cuenta con menú del día a un precio muy competitivo. Una opción que está compuesta por un primero, un segundo, postre o café y bebida.
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