Directamente desde el corazón de Italia, llega a Madrid la nueva propuesta gastronómica, La Salutteria (C/ Velázquez, 9), con un innovador menú de platos típicos en un espacio acogedor y al más puro estilo italiano, para picar, comer o cenar.
Su pilar fundamental, reconocen, es un producto italiano, combinado con recetas tradicionales reinterpretadas por el chef David Ariza. La Salutteria destaca por sus tablas de embutidos artesanos para compartir, sus focaccias; una selección de quesos nacionales procedentes de la Granja Cantagrullas, una bodega variada en la que encontrar desde vinos de la tierra hasta innovadoras propuestas enológicas y la gran novedad en nuestro país, las pinsas, pizzas ovaladas de masa madre que tradicionalmente ofrecen las tascas italianas.
Como entrante, elegimos la Ensalada de tomates, burrata y pesto (11,50€), con salsa de tomate casera, aceituna deshidratada y sal de limón . Destacan también la Fondue de queso (7,50€) y la Tabla de quesos (11,95€): boer trufado, gorgonzola, parmesano, payoyo y pata de mulo.
¿Qué hay más italiano que la pasta y la pizza? De platos principales, elegimos Pappardelle con albóndigas (11,50€), con parmesano y tomate cherry asado, todo un manjar presentado en una pequeña olla; y no nos podíamos ir sin probar las famosas pinsas, por lo que elegimos la de Porchetta (12€), con tomate, mozarella, salsa de crema de queso, aceituna, aceite de cebollino y hojas silvestres.
De dolci, o postre, entre sus cuatro suculentas propuestas, nos quedamos para compartir con el Tiramisú (6€), aunque seguramente volveremos a probar los Canutillos rellenos de crema (5€) y la Pinsa con Nutella (8€)
Desde su charcutería hasta un pequeño colmado y una amplia enoteca, este restaurante de 100m2 es un guiño a esas salumerías italianas gracias a la diseñadora de interiores, Adriana Nicolau. Un diseño que plasma la tradicional casa de comida romana protagonizada por una gran barra de piedra y mesas comunales en la que armonizan el mármol, la forma y la madera. La Salutteria está pensada para viajar a Roma a través de los cinco sentidos.