4 consejos para no aburrirse comiendo en la oficina
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4 consejos para no aburrirse comiendo en la oficina



Volver de las vacaciones de verano significa madrugar y vivir con el tiempo justo, pero sobre todo, significa empezar la vuelta al cole renovados. Uno de los “gajes del oficio” que vienen ligados a la llegada de septiembre es el tupper, y es que organizar los menús semanales bien podría declararse como un arte: equilibrar los platos y comer saludable puede hacerse en ocasiones repetitivo por falta de inspiración o conocimiento.


Sin embargo, existen varios tips para alegrar el paladar y a la vez, no renunciar al sabor de la comida saludable. Es hora de despedirse de la típica pechuga de pollo con brócoli. Con motivo de la vuelta al cole, Kaiku Sin Lactosa nos ofrece cuatro consejos para no aburrirse comiendo. Salsas, mucho color y toques crujientes terminarán con el aburrimiento de las comidas de oficina.


1. Las salsas, el mejor aliado contra el aburrimiento foodie


Puede parecer contradictorio: incorporar salsas en un plato saludable. Sin embargo, existen diferentes alternativas ligeras para coronar un plato aburrido como se merece. Una de las claves a la hora de preparar salsas sanas es escoger la base ideal: los yogures sin azúcares añadidos o yogures griegos para un toque de cremosidad, son perfectos para aderezar ensaladas e incluso platos de pastas, agregando especias, limón o frutas, se consiguen salsas con sabor y ligeras.


2. Comer con los ojos y apostar por el color en los platos


Otro consejo para no aburrirse comiendo en "la vuelta al cole" es jugar con el color en los platos. Si en la variedad está el gusto; en los colores, el sabor. A la hora de elaborar un menú semanal en versión tupper o cena informal, nada como incorporar alimentos que abarquen una diversidad de tonalidades, puesto que de esta forma no sólo se asegura incorporar alimentos con variedad de nutrientes y beneficios, sino que además el plato quedará más llamativo y apetitoso.


El verde de las espinacas o la rúcula, el rojo de los tomates y los pimientos, colores naranjas como los del mango o el salmón, e incluso el blanco del queso y las almendras.


3. Inspirarse en otras culturas para aportar un twist a los menús


En lo desconocido está lo interesante. Nada como un soplo de aire fresco al típico menú de tupper inspirándose en las “dietas” o cocinas de otros países. La cocina typical spanish puede sustituirse por una dieta cargada de eneldo y pescado ahumado, al estilo nórdico; llenar del color del comino y el curry el clásico pollo con arroz; o que el jengibre y la soja aderecen un pescado. Inspirarse en otras culturas siempre le dará un toque novedoso al manido menú de todos los días.


4. Jugar con las texturas es un must a la hora de cocinar diferente


Muchas veces el paladar no sólo se aburre por los sabores repetitivos, sino también por las texturas. Para solventarlo, nada como incorporar el crujiente en los platos: muesli, cacahuetes, nueces, verduras crudas, etc. Por ejemplo, nada como añadir al clásico yogur unas lascas de coco, muesli o trozos de chocolate negro; o en el sándwich de media tarde incorporar unas rodajas de pepino crujiente.



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